viernes, 4 de julio de 2008

¿CUÁLES FUERON LAS CONSECUENCIAS PARA LA GENERACIÓN QUE RECHAZÓ A CRISTO?

Por. Reynaldo Estrada
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1. Dice Lucas 17:24,25 “Porque como el relámpago que al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro, así también será el Hijo del Hombre en su día. Pero primero es necesario que padezca mucho, y sea desechado por esta generación”.
2. Antes de que el fulgurar del Hijo del Hombre se manifestara a la generación de Jesús, le era primero y necesario que padeciera mucho por causa de esa generación.
3. ¿Cómo era la generación? Mateo 3:7 dice que era una generación de víboras, refiriéndose a los judíos fariseos y saduceos. Daniel 9:24 enseña que 70 semanas estaban determinadas por Dios sobre los judíos y su santa ciudad, y el V:26 dice que se destruiría también el santuario de ese pueblo.
4. ¿Por qué vendría destrucción sobre la nación de Israel, sobre su santuario y sobre su ciudad? Mateo 23:30,31,35 dice que los escribas y fariseos daban testimonio, de que eran hijos de aquellos que mataron a los profetas, que ellos también llenaban la medida de sus padres, y sobre ellos vendría toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde Abel hasta Berequías.
5. Observa que en Mateo 23:36 todo ese juicio vendría sobre esa generación de escribas, saduceos y fariseos. ¿Cuál sería la consecuencia? Mateo 23:38 dice “He aquí vuestra casa os será deja desierta”. Fíjate, que el mismo lenguaje profético de Jesús en Mateo 24, es el mismo de Daniel 9, donde pueblo, templo y ciudad serían destruidos.
6. Pero, ¿Cuándo ocurrió semejante desolación? El 90% de las iglesias y predicadores de escatología enseñan que esa “desolación” estará durante un periodo de tribulación futura en que Dios terminará sus relaciones con “la nación de Israel”, su “templo” y su “ciudad”, pero el propio Cristo, ubicando dichos eventos, (no para nuestros días) afirma en Lucas 21:20 que al ver a Jerusalén rodeada de ejércitos, (sus discípulos) sabrían entonces que Su destrucción había llegado, y en el V:32 asevera que no pasaría esa generación hasta que todo eso aconteciera.
7. El juicio de Dios entró en la nación de Israel con las guerras de los romanos contra los judíos, terminando con la destrucción del santuario y de Jerusalén en el año 70 d.C. ¿Por qué Dios entraría en juicio contra ellos? Porque Mateo 21:42 dice que ellos fueron los edificadores que desecharon la piedra. ¿Por qué fue necesario que los edificadores judíos desecharan a Cristo? Mateo 21:43 dice que “el reino de Dios les sería quitado a ellos, para ser dado a gente que produzca los frutos de él”.
8. El plan de Dios no era que el reino de Dios quedara exclusivo e inclusivo a la nación de Israel. Dios hizo un cambio de Israel, Pablo dice en Romanos 2:28,29 que no es “judío” el hombre de la carne, el del rito, el de la circuncisión, el que lo es exteriormente; sino que es “judío de Dios” el que lo es en lo interior, en espíritu, el del corazón circuncidado.
9. El “judío de Dios” no es el que viene de los hombres, sino de Dios, Gálatas 6:15,16 dice que en Cristo Jesús vale nada, ni la circuncisión, ni la incircuncisión, sino una nueva creación, que es el Israel de Dios. El reino de Dios le fue quitado por “juicio” al Israel según la carne, y le fue dado al Israel que viene de Dios en el espíritu.
10. Antes que el reino de Dios les fuera quitado, era necesario que todo lo dicho por Jesús y Daniel se cumpliera a esa y en esa generación del año 33 y medio al año 70 d.C. cuando vino Cristo por segunda vez sin relación con el pecado, pero con relación a ese juicio del templo, de lo judíos, y de Jerusalén.
11. ¿Quiénes verían con sus propios ojos ese juicio cayendo en aquella generación? En Mateo 26:64 Jesús le dijo al sumo sacerdote Caifás, que vería viniendo en las nubes del cielo al Hijo del Hombre. Y Apocalipsis 1:7 dice “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él, Sí, amén”. Ese juicio lo vio el ojo del sumo sacerdote Caifás. Él fue uno de los que le traspasó.
12. En Mateo 16:28 Jesús le dijo a sus discípulos, “hay algunos de los que están aquí, que no gustaran la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino”. Las “nubes” es símbolo de la “presencia misma de Dios”. Fíjate, que el ojo que viera al Hijo del Hombre viniendo en las nubes del cielo en aquella generación, a su mismo tiempo, estaría viendo la entrada en plenitud del reino de Dios, donde Dios seria el todo y en Todos.
13. Caifás y los judíos que desecharon la piedra (a Cristo) y algunos de sus discípulos vieron en sus días y en aquella generación, la segunda venida del Hijo del Hombre trayendo la plenitud del reino de Dios a la tierra- reino- que no es de comida ni de bebida, sino de justicia, paz, y gozo en el Espíritu santo (Romanos 14:17). El reino de Dios es hoy y ahora, y así en justicia, paz y gozo será por los siglos de los siglos. El reino no viene, ya llegó y está aquí en aquellos que lo ven por medio de los ojos del entendimiento, porque los reinos que se ven, son temporales y perecederos; más el reino de Dios que no se ve es eterno en ti. Por eso, es que en este reino hoy y ahora, la carne y la sangre no heredan, no entran, no tienen nada que ver ahí.
14. El problema de los futuristas es que quieren ver con su ojo físico, glorias, manifestaciones, aspectos y asuntos espirituales que son eternos. El ojo físico no entra en lo eterno, ahí, entra el ojo del entendimiento espiritual en Dios y de Dios.
15. El período de las 70 semanas de Daniel 9:24-27 se cumplió en el año 70 d.C. porque las 70 semanas fueron solamente determinadas sobre un pueblo (Israel), sobre una santa ciudad (su Jerusalén), y sobre un santuario (su templo).
16. El reino de Dios en ti, es hoy y ahora; porque Dios, ya determinó el último juicio sobre Israel, su templo y su Jerusalén; porque ya terminó la prevaricación; porque ya le puso fin al pecado; porque ya expió la iniquidad; porque ya trajo la justicia eterna; porque ya selló la visión y la profecía de Daniel con cumplimiento en el año 70 d.C. porque ya ungió al Santo de los santos.
17. No hay nada más que esperar, todo es cuestión de entender y disfrutar aquel poderoso reino de Dios, que le fue quitado a aquella generación que rechazó a Cristo en sus días, y nos fue dado a nosotros el nuevo Israel de Dios, que está produciendo los frutos eternos de su reino eterno. Derechos reservados-Nit-800211614-1-RCMIJ-Reynaldo Estrada ministries.