martes, 8 de julio de 2008

LA ESPERANZA DE LA POSESIÓN ADQUIRIDA

Por. Reynaldo Estrada
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1. Dice Efesios 1:13,14 “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria”.
2. La esperanza de Pablo conociendo de antemano en el V:7 era que en Cristo tenía la redención por su sangre el perdón de sus pecados, era alcanzar la redención de la posesión adquirida, porque fue sellado hasta la redención de la posesión adquirida.
3. El “tenemos” redención del V:7 indica una redención judicial confirmada en fe, (porque confirmar no es lo mismo que cumplir). Ellos por fe sabrían que serian redimidos, sin embargo ya Dios les había dado las arras, ya estaban “enganchados”, o comprados en fe, “hasta” la redención de la posesión adquirida”.
4. Habiendo oído y creído en la palabra de verdad, fueron sellados con el Espíritu Santo de la promesa para alcanzar la plena redención. Eso les fue dado en arras, anticipo, enganche que les daba esa fe, esa certeza de lo que esperaban en sus días.
5. Esa promesa de adquirir posesión estaba en cuota inicial. Ser sellado con el Espíritu Santo es ser marcado con el Espíritu como un sello viviente. Pablo juntamente con los santos y fieles en Efeso tenían la garantía del Espíritu Santo que alcanzaría la redención de la posesión adquirida por la fe.
6. Ellos tendrían sello del Espíritu Santo hasta cuando alcanzaran la redención de la posesión adquirida. ¿Cuál es el sello del Espíritu Santo? Gálatas 3:13 dice que fue la redención de la maldición de la ley. Ellos fueron sellados para estar protegidos de esa maldición latente en sus días.
7. La redención de Gálatas 3:13 fue el sello de Efesios 1:13. Este sello en ellos era un anticipo ya que faltaba la consumación del oficio sumo sacerdotal de Cristo sin relación con el pecado. Oficio que se dio en dos partes, en dos manifestaciones, en dos apariciones hechas por el sumo sacerdote.
8. Jesús como Sacerdote de su propio sacrificio y para reconciliar a Dios con su pueblo, tuvo que hacer de mediador ante el Padre, (1 Timoteo 2:5)(2 Corintios 5:19). Veamos esa figura tomada del A/T.
9. Las doce tribus de Israel frente al tabernáculo de reunión esperaban la salida del sumo sacerdote del Lugar Santísimo para que en su II aparición (parusía), les evidenciara que sus pecados estaban cubiertos por otro año más.
10. Hebreos 9:12 dice que Jesús entró por su propia sangre en el Lugar Santísimo en el cielo, para interceder por los que hasta ese momento esperaban salvación. El V.24 dice que no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios.
11. Del mismo modo que el Sacerdote Aarónico era necesario que saliera del Lugar Santísimo para demostrar que su preparación espiritual como sacerdote había completado el sacrificio con éxito para perdón de pecados de la nación, así mismo Jesús tenía que aparecer por Segunda Vez sin relación con el pecado para demostrar que su sacrificio había sido acepto por Dios para perdón de los pecados de la humanidad.
12. Había un paralelismo explicito en los oficios de ambos sumos sacerdotes, el escritor de hebreos enseña que ambos entraron al santuario para ofrecer el sacrificio por los pecados del pueblo y ambos tenían que salir del santuario (en el caso de Jesús el cielo) para dejar demostrado que los pecados del pueblo ya habían sido perdonados:
a. Si el sacerdote levítico no tenía pecado saldría vivo del santuario y habrían sido perdonados los pecados del pueblo por otro año.
b. Ahora bien, de Jesús sabemos que nunca tuvo pecado como sacerdote fue perfecto, Él entró en el Santuario como sacerdote además de víctima en el momento de su crucifixión, así que su Segunda Venida es su aparición como sumo sacerdote después de haber entrado al santuario en el cielo, para demostrarles a los que le esperaban que fueran completamente salvos.
13. Hebreos 9:26 dice “Pero AHORA, en la consumación de los tiempos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado”. Y el V: 28 dice “que aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que lo esperan”. ¿Qué nos enseña todo esto? Que la segunda aparición es esencial para completar la salvación de aquellos que le esperaban.
14. 1 Pedro 1:5 dice "Que sois guardados por el poder de Dios, mediante la fe, para alcanzar la SALVACION que está PREPARADA PARA SER MANIFESTADA EN EL TIEMPO FINAL”. El tiempo final para Pedro y el escritor de Hebreos 9:26 fue en su Segunda Venida sin relación con el pecado que se dio en el año 70.
15. Esto nos demuestra algo de capital importancia, que, Si Jesús no vino por Segunda Vez en aquel tiempo, entonces, Jesús no ha terminado de oficiar como sumo sacerdote su mismo sacrificio, aun no han entrado en el cielo, no ha presentado ninguna confirmación de obra redentora y ningún apóstol y creyente del primero siglo, se salvó de sus pecados.
16. Pero, el apóstol de hebreos es muy claro cuando dice en Hebreos 9:24-26 que “…ahora por nosotros ante Dios, Cristo, entró en el cielo mismo; no para ofrecer sangre ajena como lo hacía el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año en el santuario hecho de mano, sino que se presentó para quitar de en medio el pecado, por el sacrificio de sí mismo…”.
17. En la cruz, ese sacrificio fue cumplido, pero fue consumado totalmente en su Segunda Venida en el año 70 d.C., cuando Jesús salió del Lugar Santísimo para demostrar a su pueblo que su sacrificio había sido acepto y que los creyentes de la generación de los apóstoles, sus pecados habían sido completamente perdonados. De ahí, que Cristo fue el “mediador de un nuevo pacto”, “donde ni aún el primer pacto fue instituido sin sangre” (Hebreos 9:13-23).
18. Ahí, cuando ese sacrificio fue consumado, es donde aquellos creyentes del primer siglo, adquirieron la redención de la posesión adquirida que habla Efesios 1:13, donde tuvieron el sello del Espíritu, como prenda de garantía para alcanzar en la Segunda venida de Cristo sin relación con redención o pecado.
19. En la cruz, Ya Dios en Cristo, había hecho una posesión adquirida judicialmente, ya que Hechos 20:28 dice que ellos fueron comprados a precio de sangre. Dios en Cristo los adquirió a un precio, ellos heredaron a Dios sin pagar nada.
20. Todo lo que Cristo hizo en la cruz, sólo fue una confirmación de las promesas por medio de su sacrificio; pero faltaba la consumación final de esas promesas, pero por medio de juicio. Hebreos 9:17 dice que la muerte confirma, pero no cumple.
21. El nuevo pacto con derramamiento de sangre, se confirmó con la muerte; pero no se cumplió en la cruz. El nuevo pacto para cumplirse en su totalidad, tenía que darse el último juicio sobre el templo, Jerusalén y su sistema de sacrificios. (Pues, recuerde que el templo en el año 67. d.C. todavía estaba en pie, aceptando holocaustos de animales por el cubrimiento de los pecados del pueblo).
22. En la cruz la promesa de la redención se confirmó, más la gente después de la cruz tenía que
avanzar hasta la redención de la posesión adquirida que se cumpliría por juicio dispensacional y gubernamental que se dio en el año 70 d.C.
23. La redención de Efesios 1:13,14 estaba todavía en esperanza, no se había cumplido, estaba en anticipo hasta que Cristo entrara (Cumpliera todo el oficio sumo sacerdotal y cuando fue acepto el sacrificio, ofrenda, la muerte, salio del Lugar Santísimo, eso es algo que solo al escritor de Hebreos se le reveló) en el Lugar Santísimo para obtener como dice Hebreos 9:12 la eterna redención para aquellos sellados y los que le esperaban.
24. Cristo, según Colosenses 1:20 efectuó judicialmente la paz mediante la sangre de su cruz o la redención de la maldición de la ley, pero no fue sino hasta que por medio de Su sangre redentora, cuando entró (o fue acepto su oficio y la ofrenda y salió, o ya venia de regreso, y no fue cuando entró, sino cuando fue acepto el oficio, obviamente cuando Hebreos se estaba escribiendo, eso ya había sucedido) en el Lugar Santísimo, que obtuvo la redención que tuvo un efecto eterno).
25. En el A/T la sangre de animales hacía una simple propiciación o cubrimiento por los pecados del pueblo como registra Levíticos 16:15-18; pero nunca una efectiva redención por los pecados del pueblo.
26. Cristo en la cruz, confirmó la redención con su sangre; pero para poder obtener una eterna redención tuvo que presentar su sangre delante de Dios al entrar en el Lugar Santísimo ( y ser acepto el sacrificio y el Oficio Sumo Sacerdotal).
27. En la cruz confirmó (como Cordero) y en el Lugar Santísimo cumplió (como sumo sacerdote) presentando su ofrenda del sacrificio de su muerte (para la aceptación por Dios a favor de su pueblo que le esperaba).
28. La primera venida de Cristo sólo confirmó las promesas hechas a los padres de Israel, pero no las cumplió. No es lo mismo confirmar que cumplir. Romanos 15:8 dice “Que Cristo vino circuncidado para mostrara la verdad de Dios, para confirmar las promesas hechas a los padres.
29. Hebreos 9:26 dice que Cristo en su primera venida, vino con su muerte y en su muerte quitó de en medio el pecado del mundo; porque esa causa que quitó, fue con relación a la redención o pecado. El sacrificio, la ofrenda y el oficio sumo sacerdotal habían sido aceptos (hecho sucedido cuando hebreos se estaba escribiendo) y el Sumo Sacerdote ya podía salir del Lugar Santísimo para que lo vieran vivo, los que lo esperaban y asi hacerles saber que todo estaba cumplido y consumado.
30. El pueblo, solo podía saber que había sido acepto, si el sumo sacerdote salía de la recamara del Lugar Santísimo, o regresaba o lo aprecia por segunda aparición vivo.
31. Cuando hebreos habla de muerte, ofrenda y sacrificio y oficio sumo sacerdotal, a este autor ya se le había revelado que la aceptación había ocurrido, cerca de 40 años después de la cruz, la muerte judicial de Cristo, duró como ofrenda y sacrificio cerca de 40 años para ser aceptada en el año 70 d.C.
32. La primera venida confirmó las promesas hechas a los padres de Israel. El “consumado es” de Juan 19:30 sólo llenó la primera parte de los requisitos que Cristo como Cordero del mundo confirmó en su oficio sumo sacerdotal; pero la segunda parte en su oficio sumo sacerdotal sin relación con la redención o pecado, tenía que entrar al Lugar Santísimo y presentar su vida derramada (o sangre) para obtener eterna redención.
33. Aunque Pablo y las iglesias caminaban bajo la gracia como escogidos y predestinados por Dios, sabían que la ley estaba todavía vigente en sus días y no pasaría lo dicho por Jesús en Mateo 5:17,18 hasta que no pasara una jota ni una tilde de la ley, no pasaría el cielo y la tierra.
34. ¿Cuándo Pablo, Pedro, Juan, Santiago y las iglesias, verían el cumplimiento de todas las cosas
escritas tocantes a la redención de la posesión adquirida? Lucas 21:20,22 dice que cuando ellos vieran a Jerusalén con su templo rodeada de ejércitos, sabrían que su destrucción habría llegado, porque serían días de retribución, para que se cumplieran todas las cosas que están escritas.
35. La destrucción del templo era la señal física predicha por Jesús en Mateo 24:2, para que se supiera que todo lo que estaba escrito se había cumplido en esos días (que fueron los días del año 70 d.C.) cuando vino la destrucción del templo y de Jerusalén por manos de Tito el general romano.
36. El hombre antes del año 70 d.C. tenía un cuerpo de carne donde moraba el pecado por el poder de la ley, que lo hacía ejecutar lo que no se quería, ese cuerpo lo mantenía bajo humillación constante y todos ellos esperaban en su generación la adopción, la redención de sus cuerpos (Romanos 8:23).
39. Era por la ley que el pecado se manifestaba en sus cuerpos. La ley hacia brotar las pasiones pecaminosas, las exhibía, las ponía a la luz pública llevando fruto de muerte (Romanos 7:5). Pablo hablaba a los creyentes en Roma en tiempo pasado, en fe, llamando a eso como si fuese.
40. Pablo y los elegidos estaban en gracia, pero bajo el gobierno predominante del primer cielo y tierra que era la ley, pues, todavía estaba en pie el templo y mientras estuviera en pie, la ley seguía en pie de igual manera, Hebreos 9:8 dice “Dando el Espíritu Santo a entender con esto que aún no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo, entre tanto que la primera parte del tabernáculo estuviese en pie”.
41. Quitado el templo, quitada la ley. Estando en gracia bajo la ley, se les manifestaban a todos ellos las pasiones pecaminosas que humillaban al hombre ante Dios, llevando fruto para muerte, con razón, Pablo exclama en Romanos 7:24 “! Miserable de mi”! ¿Quién me librara de este cuerpo de muerte?, ya venía en camino y en su días esa liberación, esa
redención de la posesión adquirida. ¿Qué significaba esa posesión adquirida? Que su cuerpo de humillación sería transformado a la gloria de Cristo mismo, por el poder que sujetó asimismo todas las cosas (Filipenses 3:21).
42. ¿Qué humillaba al cuerpo? Lo humillaba la ley que hacia ver su incapacidad, su imperfección, su vida miserable. Quitada esa ley, quitada esa humillación del cuerpo.
43. La transformación del cuerpo de humillación por la ley, no es tocante a la transfiguración de la carne; porque la carne ni la sangre heredarían el reino, porque el reino de Dios no es comida para la carne ni tampoco bebida, pues, lo eterno no se ve con ojos físicos.
44. La transformación fue en el entendimiento, ¿Qué hay que entender? Que Dios ya le quitó a la carne, la ley que la humillaba llevándola en fruto para muerte. Entender esto, es ver en el cuerpo, en el vaso de barro débil, la incorporación de la gloria de Dios.
Cada cuerpo tiene la gloria misma que tenía Jesús en su carne o cuerpo y esa gloria es el amor incondicional o el poder que todo lo soporta, el poder con el cual sujeta todas las cosas a si mismo (Filipenses 3:21)(1 Corintios 15:28)(Efesios 1:10). Derechos reservados-Nit-80021614-1-RCMIJ-Reynaldo Estrada ministries.